El siguiente texto recoge la intervención de Rodrigo Moretón en el I Foro Solar Español organizado por UNEF el pasado 18 de Noviembre. El texto refleja la opinión personal del autor y del Observatorio Crítico de la Energía. Además Rodrigo es miembro del círculo de Economía, Energía y Ecología de Podemos pero, en ningún caso, este texto supone un posicionamiento oficial de Podemos.

(Además aquí puedes ver el artículo de Vozpópuli donde se recoge esta intervención.)

Intervención en el I Foro Solar Español

La tecnología solar fotovoltaica (FV) ha recorrido con éxito su curva de aprendizaje durante los últimos años: compite a unos precios totalmente competitivos, tal y como aseguran firmas como Lazard, UBS o Morgan Stanley. Esto, junto con la mejora tecnológica, ha permitido alcanzar la paridad de red en muchos países (entre ellos España). De hecho, las grandes ‘utilities’ estadounidenses hablan, directamente, de que se trata de una tecnología disruptiva capaz de producir un cambio de paradigma en el sector eléctrico. Se ha alcanzado incluso la paridad de generación en muchos escenarios: según el BOE de 5 de agosto reconoce que en las Islas Baleares la fotovoltaica ya es la fuente de generación más barata. Otro ejemplo: los agricultores de este país, que gastan más de un 40% de su presupuesto en pagar la electricidad para el riego, están empezando a alimentar sus bombas mediante paneles fotovoltaicos porque es mucho más barato.

Las políticas de los últimos gobiernos se han caracterizado por una ausencia total de planificación y por un caos regulatorio que nos han llevado a la inseguridad jurídica. Un despropósito normativo que no ha afrontado la hipoteca que supone el déficit de tarifa, sino que ha estado orientada a mantener la posición oligopólica de unas pocas empresas del sector, a veces con decisiones de dudosa legitimidad.

Nuestra propuesta para salir de la crisis pasa por un nuevo modelo productivo y energético que tengan como uno de sus pilares a las energías renovables y la eficiencia energética. ¿Cuáles son las razones para apostar por la FV?

1)     Fomenta la generación de empleo de calidad. El EEB estima que por cada 1.000 M€ invertidos en energías renovables se crearían más de 50.000 empleos.

2)     Se trata de un sector industrial de alto valor añadido.

3)     Aumenta la soberanía energética, mejorando la balanza de pagos y la competitividad de nuestra economía, así como nuestra posición geoestratégica.

4)     Ayuda a reducir emisiones de GEI y producción de residuos. Con ello nos permitirá ahorrar en la compra de derechos de emisión de CO₂ y nos ayudaría a cumplir los objetivos marcados por la UE en la lucha contra el cambio climático.

5)     Aumenta la eficiencia energética al  acercar generación y consumo

¿Cómo vamos a llevar esto a cabo? Las propuestas en las que estamos trabajando son las siguientes:

1)     El problema más urgente que tiene el sector es acabar con la pobreza energética. Para ello, una opción es establecer una moratoria a los cortes de suministro eléctrico y de gas. La electricidad es un bien básico, público y de primera necesidad (El año pasado se produjeron 1,4 millones de cortes de suministro en España. Hay 7 millones de personas en situación de pobreza energética y el año pasado se produjeron más de 7200 muertes por esta causa según la ONU).

2)     Realizar una reforma integral del sistema eléctrico, que acabe con el clientelismo entre la Administración y las grandes eléctricas, fomente la participación ciudadana y el autoconsumo, así como la gestión desde el lado de la demanda. Esta reforma pasa por:

1. Auditoría ciudadana del déficit de tarifa y de los costes del sistema eléctrico.
2. Cambio en el sistema de fijación de precios del mercado mayorista, que incorpore las externalidades de cada fuente de energía, evite la sobrerretribución de nucleares e hidroeléctricas e impida el uso de las centrales para la especulación con los precios. El mercado eléctrico actual no es capaz de suministrar el kilovatio hora a un precio razonable, ni de acercarnos a ninguno de los objetivos sociales y ambientales que deseamos, y por tanto debe ser modificado.
3. Eliminación (o al menos reducción drástica) de los pagos por capacidad e interrumpibilidad.
4. Establecimiento de un régimen de autoconsumo con balance neto individual o colectivo, con un límite de potencia del rango de los megavatios y horizontes de compensación de entre 12-18 meses.

3)     El desarrollo de un nuevo Plan Nacional de Energías Renovables (PNER) que incluya toda la cadena de valor: investigación, desarrollo, fabricación, instalación y mantenimiento. La inversión estará distribuida en incentivos directos y préstamos para fomentar la instalación de energías renovables, que podría diseñarse para favorecer la industria local (por ejemplo, con el certificado europeo). Otra parte de la inversión se dedicará a reimpulsar el I+D en renovables y la eficiencia energética, reforzando los centros de investigación ya existentes, de modo que la tecnología española vuelva a colocarse en las primeras posiciones mundiales (tomar el ejemplo de la Sociedad Fraunhöfer alemana).

La financiación del PNER puede provenir de la reforma del sector eléctrico. Una inversión de 1.200 M€ al año se obtiene fácilmente con la eliminación de los pagos por capacidad e interrumpibilidad (1.400 M€). Dada la situación actual de la tecnología fotovoltaica, contamos con que el Estado no tenga que realizar grandes inversiones, y que las que haga tengan fuertes multiplicadores fiscales. De hecho, lo que más hace falta es escuchar al sector y dar estabilidad regulatoria.

En definitiva, la cuestión no es si dentro de unos años un porcentaje considerable de la electricidad en España será generado mediante fotovoltaica. Esto es seguro que va a ocurrir. La cuestión es si vamos a ser capaces de aprovechar la oportunidad para convertir a España en un país puntero a nivel tecnológico e industrial.